Se usa más comúnmente para el tratamiento después de un resfriado o una gripe, pero la prevención es la clave, y el aceite de eucalipto se puede usar para este propósito con la misma eficacia.
El aceite esencial de eucalipto se usa ampliamente y es bien conocido en el tratamiento de los síntomas del resfriado y la gripe. Por lo general, es uno de los ingredientes principales en los medicamentos y tratamientos de venta libre.
Entre otras cosas, puede ayudar a aliviar los bloqueos en el pecho y los senos nasales, promover la secreción de moco y aliviar varios dolores asociados con estas enfermedades.
Romero
El romero es otro aceite esencial que puede usarse para enfermedades respiratorias. Es un excelente aceite de transferencia de calor que puede despejar los senos nasales y la «cabeza turbia».
Se ha demostrado que se usa para tratar infecciones bacterianas y fúngicas y tiene propiedades antivirales.
Árbol del té
El árbol del té es un estimulante inmunológico y un aceite antiséptico muy fuerte. Además de ser eficaz en el tratamiento del sistema digestivo y las infecciones virales de Candida albicans y tiene un fuerte efecto antibacteriano.
Bergamota
El aceite esencial de bergamota es un potenciador del estado de ánimo muy eficaz que puede ayudar a reducir los sentimientos de estrés, ansiedad y depresión, siendo estos algunos de los factores que conducen a una disminución repentina del sistema inmunológico.
Limón
La fruta de limón tiene importantes propiedades que mejoran la inmunidad. Por supuesto, sus aceites esenciales no son diferentes a este respecto.
Como otros aceites esenciales de cítricos, el aceite esencial de limón tiene un alto contenido de d-limoneno. El D-limoneno es un compuesto importante que promueve la producción de glóbulos blancos, al igual que muchos otros aspectos relacionados con la inmunidad.
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