Muchos aceites esenciales que utilizamos son tóxicos para las cucarachas, tales como el aceite de menta, romero, lavanda, tomillo y clavo los cuales demostraron tener toxicidad sobre los insectos.
Para utilizarlos en nuestro hogar, impregnamos un algodón o un pequeño trapo y lo pasamos por las zonas donde las vemos con mayor frecuencia.
Con esto, lograremos ahuyentarlas y, con el tiempo, lograr que desaparezcan sus nidos ya que detectaran que tu hogar no es el mejor sitio para vivir.
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