Cuidado de la piel

Los aceites esenciales contienen la parte más nutritiva y beneficiosa de las plantas a gran concentración. Además de deliciosos y sorprendentes aromas, sus múltiples propiedades nos permiten usarlos para múltiples objetivos, entre ellos el de cuidar nuestra piel.

Explicamos cómo podemos usarlos y cuáles son los más recomendado para nuestra piel: para limpiarla, regenerarla, darle firmeza, eliminar manchas e impurezas, tratar inflamaciones como el acné o la psoriasis, etc.

Puesto que los aceites esenciales son muy potentes, algunos podrían irritarnos la piel, por lo que recomendamos, en tal caso, diluirlos en otra sustancia, que puede ser:

  • Aceite vegetal: mezcla vehicular V6, de oliva, almendra, sésamo, lino, aguacate, argán, coco, etc.
  • Gel de áloe vera (sobre todo en pieles grasas, si vamos a hacer ejercicio o en épocas de calor).

Otra manera muy sencilla de usarlos es añadiendo unas gotitas del aceite al producto que usemos habitualmente en nuestra piel, como puede ser la crema hidratante corporal, la crema nutritiva para el cutis, el tónico facial, el champú, la mascarilla, etc.

También podemos usarlos para hacer masajes corporales. En este caso recomendaremos elegir aceites relajantes o estimulantes según el efecto que queramos conseguir. Además, nos firaremos si la persona tiene la piel fría o caliente, y elegiremos los aceites que dan calor o bien que refrescan, según el caso. Añadiremos unas gotas del aceite al producto que vayamos a usar para masajear.

¡Cuidado!

Debemos tener cuidado con los aceites esenciales cítricos (lima, limón, naranja, mandarina, toronja) que son sensibles a la luz del sol y podrían provocar manchas en nuestra piel si los aplicamos en zonas que reciban la luz solar. Por ello recomendamos prescindir de ellos durante el día en épocas de exposición al sol. Podemos usarlos por la noche o bien en zonas que queden ocultas por la ropa.

¿Cuáles usamos?

Repasamos los beneficios principales para la piel de algunos de los aceites esenciales más conocidos:

  • Naranja dulce: este aceite nos ayuda a combatir los microbios y tiene por sus propiedades y su aroma es ideal para añadir a todo tipo de cremas hidratantes.
  • Limón: Antiséptico y depurativo, ideal para limpiar manchitas e impurezas. Tanto el de naranja como el de limón, gracias a su contenido en vitamina C, ayudan a mejorar la firmeza de la piel.
  • Menta: el aceite de menta es energizante y nos da frescor, lo cual lo hace ideal para el verano. Es ligeramente estimulante. Lo recomendamos para usar en masajes.
  • Lavanda: uno de los aceites más relajantes. También nos ayuda a aliviar quemaduras recientes y a cicatrizar.
  • Enebro: este aceite es energetizante, mejora la circulación, da calor y es muy útil en masajes en la zona lumbar.
  • Geranio: este aceite es un excelente regenerante cutáneo, ideal para mezclar con nuestras cremas hidratantes.
  • Árbol de té: este aceite es otro de los imprescindibles, además de ser uno de los más conocidos gracias a sus propiedades antifúngicas y antibacterianas. También tiene efectos calmantes. Lo podemos aplicar directamente, sin mezclar con otros aceites.
  • Palmarrosa: ideal para pieles con acné y psoriasis, ya que desinflama.
  • Romero: este aceite mejora la circulación, por lo que podemos añadir siempre unas gotitas a nuestras cremas para las piernas e incluso al champú.

Por situación:

  • Piel agrietada / agrietada: mirra, elemi, davana, onycha (benjuina) y pachulí. Diluir según sea necesario, y aplicar en el lugar.
  • Quemaduras por Sol: árbol de té, lavanda, Australian blue, menta, y tamanu (mezcla con helicriso). Diluye como sea necesario, y aplica en la localización.
  • Picazón: menta, lavanda.
    Diluye como sea necesario, y aplica en orejas y en donde se localice la comezón.
  • Aceites esenciales para la piel seca y sensible: manzanilla, geranio, lavanda, hisopo, rosa, pachulí, sándalo, ylang-ylang y neroli.
  • Aceites esenciales para la piel grasa: bergamota, madera de cedro, ciprés, limón, enebro, incienso, salvia e hinojo.
  • Aceites esenciales para la piel normal: manzanilla (también para la seca/sensible), hinojo (también para pieles grasas), geranio (todos los tipos de piel), lavanda (todos los tipos de piel), limón (también para pieles grasas), pachulí, rosa, sándalo (para todos los tipos de piel, sobre todo para la seca/sensible).

Si tienes la piel mixta (grasa en la zona de la frente, la nariz y la barbilla y normal o seca en otro lugar), utiliza aceites para la piel grasa en las zonas grasas y aceites para la piel normal en el resto de la cara.


Cómo utilizar los aceites esenciales en tu rutina de cuidado de la piel

Máscaras. Puedes utilizarlos en junto con cualquier arcilla o harina de avena ya que son ideales para las mascarillas faciales. Si utilizas arcilla en polvo, mézclala con agua caliente hasta formar una pasta, deja enfriar y luego añádele yogurt para obtener una consistencia suave. Como alternativa, puedes utilizar harina de avena finamente molida, mézclala hasta formar una pasta y deja enfriar. Añade luego 15 gotas de aceites esenciales que se adapten a tu tipo de piel por cada taza de pasta. A continuación, aplica la mezcla en tu cara, deja secar un poco y retírala con una esponja. Si tienes la piel seca o sobre todo sensible, añade una cucharada de aceite base de prímula de noche para crear una máscara más humectante. Evita el contorno de los ojos cuando la apliques.

Tonificadores. Los aceites esenciales tonifican la piel suavemente. Las bases ideales para perfumar son el agua de rosas para piel normal o seca/sensible o el hamamelis para la piel grasa. Puedes aplicarlo con un algodón o rociarlo en la cara para obtener más frescor. Las infusiones de té de hierbas son también excelentes tonificadores. Puedes usar bolsas de té de hierbas si no tienes hierbas naturales. Hierve una taza de agua y agrégale manzanilla, caléndula, rosa mosqueta o té de ortiga. Para la piel normal, añade dos gotas de aceite esencial de naranja o lavanda y deja enfriar. Para la piel grasa utiliza aceites esenciales de enebro o hierba de limón y para la piel seca, aceites esenciales de rosa o sándalo.

Vapor facial. Si quieres un vapor suave agregar cinco gotas de manzanilla o aceite esencial de lavanda, para estimular, se recomienda el uso de vapor de menta, tomillo o romero. Puede utilizar los aceites esenciales de consuelda o de hinojo por sus propiedades curativas.

Productos de limpieza. Elige los aceites esenciales que sean adecuados para tu piel y mézclalos con el aceite base, un producto de limpieza sin perfume, jabón líquido suave o loción/crema para reequilibrarla.

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