Las alfombras y los tapetes recogen y acumulan polvo y suciedad, y cada vez que caminas sobre ellos, se levanta una nube de polvo que quizá no notes. Las alfombras de pared a pared son aún peores que las alfombras de área o tapetes, porque son mayores y más difíciles de limpiar. Lo ideal es un piso sin alfombras ni tapetes pero, si los tienes, minimiza el problema quitándote los zapatos cuando entres en la casa. Y aspíralos frecuentemente.
Además, las alfombras y los tapetes guardan muy fácilmente los malos olores.
Una manera muy sencilla de mantener limpias tus alfombras es usar los aceites esenciales Young Living.
Agrega 15 gotas de aceites esenciales a 2 tazas de bicarbonato de sodio y espolvorea sobre la alfombra o el tapete antes de aspirar. Deja reposar por 20 minutos para que se impregne la alfombra o el tapete y después aspíralos normalmente.
¡Notarás la diferencia de olor ambiental!
Puedes usar tus aceites esenciales favoritos. Todos funcionan muy bien. Algunos de los que dejan más fresco aroma son limón, eucalipto, toronja, citrus fresh, purificación.
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