ACEITES CURATIVOS DE LA BIBLIA

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Este libro revelador ofrece el conocimiento que Jesús y sus discípulos ponían en práctica cuando ungían y curaban a la gente con aceites terapéuticamente activos. En este libro, el Dr. David Stewart comparte información sobre los aceites perdida durante siglos y demuestta con base en la cianecia moderna cómo es que son más eficaces que algunos antibióticos para tratar exitosamente gran cantidad de enfermedades de la actualidad.

Gracias a la brillante investigación del Dr. Stewart, incluso las personas sin conocimientos técnicos encontrarán una guía que les cambiará la vida.

Es un libro fácil de leer, muy entretenido y objetivo donde aprenderás las propiedades de los aceites esenciales, los secretos ocultos de cómo funcionan y las explicaciones sensatas de los diálogos encontrados en los relatos bíblicos y otros documentos valiosos.

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Los romanos purificaban sus templos y edificios públicos esparciendo aceites esenciales.  También usaban substancias aromaticas en sus banos de vapor para revitalizar el cuerpo y protegerlo contra las enfermedades.


Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, La Biblia contiene mas de 200 referencias a substancias aromáticas, inciensos y unguentos.  Las substancias aromáticas como el incienso, la mirra, el gálbano, la canela, la casia, el romero, el hispo y el nardo se utilizaban para ungir y curara los enfermos.  En el libro de Exodo, Dios le dio a Moises la siguiente receta de un aceite de uncion sagrada:
Mirra «500 siclos» (aproximadamente un galon).
Canela «250 siclos».
Calamo «250 siclos».
Casia «500 siclos».
Aceite de oliva «un hin» (aproximadamente 1 1/3 galones).


El Salmo 133:2 habla de la dulzura de vivir unidos como hermanos, «Es como buen perfume que corre por la cabeza de los sacerdotes y baja por su barba hasta el cuello de su ropaje».  Otro texto de la Sagrada Escritura referido a la unción y a la inmensa abundancia de aceites preciosos es Eclesiastes 9:8.  «En todo tiempo sean blancos tus vestidos y nunca falte unguento sobre tu cabeza».


La Biblia además relata un acontecimiento en el que una ofrenda de incienso Aaron detuvo una plaga.  Números 16:46-50 nos cuenta que Moises pidió a Aaron que llevara un incensario y le agregara brasas e incienso, luego le ordenó, «ve rapidamente hacia la congregación y haz expiación por ellos».  Porque se ha encendido la ira de Jehová y la mortandad ha comenzado».  Según el relato bíblico, Aaron estuvo entre los vivos y los muertos y la plaga se calmo.  Conforme la las fórmulas bíblicas y talmúdicas del incienso, es significativo que se usaron tres variedades de canela.  La canela es conocida por ser altamente antimicrobiana, antiinfecciosa y antibacteriana.  Se cree que el ingrediente del incienso mencionado como «stacte» es una especia dulce, de la familia de la mirra que otorga propiedades antiinfecciosas y antivirales.


El Nuevo testamento cuenta que los reyes del Oriente, obsequiaron incienso y mirra al niño Jesús.  El nardo es otra substancia aromática muy preciada, descrita en la unción de Jesús.  «Pero estando el en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio, y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza». Marcos 14:3.


La unción de Jesús tambien se relata en Juan 12:3.  «María tomo entonces como medio litro de nardo puro, que era un perfume muy caro, y lo derramo sobre los pies de Jesús, secandoselos luego con sus cabellos.   Y la casa se lleno de la fragancia del perfume».