
Un mundo de sabores concentrado
Los aceites esenciales tienen muchas propiedades terapéuticas por lo que pueden tener muchas aplicaciones para la mejora de la salud en general pero también tienen otro tipo de aplicaciones como puede ser su uso culinario. Y es que estos aceites (los que pueden ingerirse por vía oral, que no son todos) abren un abanico de posibilidades en cuanto a sabores y olores. Con tan sólo una pequeña gota puede cambiar totalmente el sabor de una comida o de una bebida, y además le daremos un toque diferente a lo que preparemos.
El uso de aceites esenciales en la comida y bebidas tiene grandes ventajas que no sólo percibirá en las papilas gustativas ya que también se beneficiará de las propiedades digestivas de estas plantas. Pero hay que tener en cuenta que cada uno de estos aceites esenciales tiene una variada composición y, por eso, no están todos recomendados para ser tomados por vía oral.
Lo primero que hay que considerar es ser intransigente en cuanto a la calidad de los aceites esenciales que adquirimos. Hay muchas tiendas con decoración y olores agradables que venden aceites, pero cuidado con lo que compras, ahora que conoces un poco más, siempre usa , si puede ser, aceites esenciales de grado terapéutico BIO, certificados “Ecocert” que respetan las normas alimentarias pero sobretodo que sean 100 % puros, completos y quimiotipados. Si no, corremos el riesgo o de absorber una concentración de pesticidas o de utilizar un producto “cortado”. Y el segundo consejo es respecto a la cantidad: con una o dos gotas basta. Ten en cuenta que el sabor y las propiedades están concentradas.
Dominique Baudoux, Presidente y fundador de Pranarôm en su libro “Guía Práctica de Aromaterapia familiar y científica”, y en “Aromaterapia. El arte de curar con aceites esenciales” recomienda el uso de algunos aceites esenciales que son muy apreciados en la preparación de cócteles, siempre distinguiendo la gama dulce y salada para atenuar o favorecer algunos sabores. Por ejemplo:
Albahaca exótica (grand vert): para todos los espasmos ginecológicos y menstruales, urinarios, intestinales, musculares, infecciones virales y numerosos trastornos del aparato digestivo como nauseas, vómitos, mareo, aerofagia, y jet lag.
Menta piperita: Náuseas, mareos, indigestiones, resaca, migrañas, ciática, herpes, varicela, picazones y urticaria, congestiones nasales y otitis, sobrecarga hepática, acidez y colitis, astenia física, mental y sexual.
Jengibre: como analgésico, antiinflamatorio y estimulante, es adecuado para tratar el estreñimiento, gases, náuseas, falta de apetito, tos, sinusitis y catarro crónico, artritis, reumatismos, cansancio muscular, impotencia masculina y frigidez en la mujer.
Bergamota: cistitis, estrés, ansiedad, depresión.
Mandarina: obesidad, celulitis, extrasístoles, palpitaciones, hipertensión, insomnio.
Canela, Lima, Limón, Naranja dulce y Toronja son otros aceites esenciales muy recomendados en coctelería. En todos los casos, y a la lógica llamada al consumo responsable de alcohol, te recomendamos precaución, que verifiques que se trata de aceites esenciales de grado terapéutico como los de Young Living para el uso culinario (ya que no todos los aceites esenciales se pueden consumir oralmente como hemos dicho en varias ocasiones) y que se respeten las cantidades recomendadas.
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